enero 16, 2010

Ha muerto el cantor lírico de Coatepec: canónigo Bernardo Villarreal

Nota publicada este día en el Diario de Xalapa, en su sección General, página 15A, que reproducimos con motivo del fallecimiento del Presbítero Bernardo Villarreal. A saber:

Ha muerto el cantor lírico de Coatepec: canónigo Bernardo Villarreal

Por José Benigno Zilli Mánica


Con más de 90 años ha muerto el señor canónigo –el último- don Bernardo Villarreal, cantor lírico de la ciudad de Coatepec, a la que amaba con verdadero delirio y pasión.

Era un hombre del norte, de Nuevo León, árido y estepario, que llegó al “pueblo mágico” en 1963, y que se enamoró perdidamente de su gente, de su flora y de su fauna.

“Antes que los mundos fueran, antes del giro orbital, en los jardines de Dios fuiste su flor sideral. Fuiste la rubia primicia de su luz inmaterial; fuiste el primer arroyuelo de su eterno manantial.

Y tu mismo creador, al bautizarte en tu Jordán de luces y de flores, se enamoró de ti y quiso llamarte, Coatepec, el amor de sus amores.

Ánfora de prodigios florecida, búcaro de fragancias y fulgores: Hoy engarzo a tu amor mi propia vida y suelto el corazón entre las flores.

Del padre Bernardo villarreal tenemos tres libros: Los poemas de un paraíso (1989), Historias y leyendas coatepecanas (1992) y Florilegio poético (1998).

Los dos primeros tienen prólogos de autores que se sirvieron con la cuchara grande. El primero, del profesor José Moreno Guzmán y el segundo, de don Rafael Arriola Molina. El tercero tiene un prólogo muy apropiado e inteligente, de Esther Hernández Palacios.

Los tres libros son modelos de literatura y la temática principales Coatepec, que como dice el título del primer libro “es un paraíso”.

Esperamos el cuarto libro del padre Bernardo Villarreal. Pensamos que los maestros y las maestras de Coatepec deben conocer sus obras y hacer que los niños aprendan de memoria esos poemas llenos de de lirismo y emoción de este sacerdote que, desde las rudas y desoladas tierras de Nuevo León, encontró que Coatepec es un edén o paraíso y ha plasmado todas estas emociones en sus versos y su prosa.

Un artista sin duda alguna, y sin embargo, un sacerdote al 100 por ciento, como él mismo lo confesaba. Todo gira alrededor de mi sacerdocio, hasta mis diversiones y mis paseos. Todo brota de mi sacerdocio y todo gira alrededor de él. Soy un sacerdote dedicado a la salvación de las almas”.

La Arquidiócesis de Xalapa ha pedido a uno de sus mejores sacerdotes, ejemplo de piedad y de cultura. Hay pena y tristeza, pero a la vez se agradece a Dios haber tenido entre sus filas a una figura tan noble, ahora que alguna deserción y acusaciones infundadas le turban el corazón.

Última entrevista del Presbítero Bernardo Villarreal (+)

En el boletín informativo de la Arquidiócesis de Xalapa, dirigido por José Benigno Zilli y Celestino Barradas, correspondiente a los meses de octubre-diciembre del 2009, se publicó una entrevista al Presbítero Bernardo Villarreal, quien fuera Rector del Sagrado Corazón hasta este 14 de enero del 2010, fecha en que falleció a los 90 años de edad.

La entrevista aparece publicada en dicho boletín, en sus páginas 14 y 15, y la reproducimos íntegramente a continuación:

El señor canónigo Bernardo Villarreal

El P. Bernardo Villarreal, el más venerable de nuestros presbíteros con sus 90 años cumplidos. Ya lo hemos recordado en otros boletines. Hoy una vez más. El P. Villarreal es el último sobreviviente del Cabildo de los Canónigos, inaugurado desde el origen de nuestra Diócesis de Veracruz en 1864.

El 9 d e diciembre de este año 2009 lo visité en su domicilio, Colón 21, en la hermosa ciudad de Coatepec.. Me cuenta que nació en Monterrey el 20 de agosto, día de San Bernardo, de 1919. Sus estudios primarios fueron en aquella ciudad, de donde fue a España en 1933 para estudiar e incorporarse con los padres Redentoristas. Allá le tocó la guerra de España, de la que no nos dice nada. No me platicó el motivo para no seguir en esta orden religiosa, pero regresó de España y vino a Jalapa donde fue ordenado sacerdote por Mons. Manuel Pío López el 22 de diciembre de 1945. Era el año de entrada al seminario de este reportero. Dentro de unos días cumplirá 64 largos años de su sacerdocio.

En los años cercanos a su ordenación fue maestro en nuestro Seminario. Su materia era la literatura, la retórica y la poesía, campo en el que nos ha dejado algún recuerdo que nos puede deleitar. Fue Vicario en Catedral. En años siguientes volvío a su tierra de Monterrey donde fue párroco de San Pedro Apóstol durante 10 años. Pero Mons. Pío López Estrada lo llamó y volvió a esta Arquidiócesis.

-¿Qué cosas le han gustado más en su larga vida sacerdotal y cuáles le habían disgustado? –Ninguna le disgustó, ha sido muy feliz en su vida sacerdotal y si tuviera que nacer de nuevo escogería el camino del sacerdocio. Me dice que nada extraordinario le ha sucedido en su vida; todo muy normal y ordinario. Nada de éxtasis místicos ni visiones sobrenaturales. Todo ha estado de acuerdo con su ministerio sacerdotal.

Hubo un recuerdo del reportero: Cuando me encontraba como párroco en Motzorongo, mi primera parroquia, el P. Bernardo se presentó allá por 1967 o 1968. Iba como asistente diocesano de la Acción Católica. Impresionó a algunos fieles su austeridad en el comer, por lo que lo tenían como un santo. Me dice que hasta la fecha es muy parco en el comer. Fue párroco de Villa Aldama y María Madre de la Iglesia. Actualmente atiendela Rectoría del Sagrado Corazón de Jesús en Coatepec.
¿Su impresión por el fin del CABILDO de catedral? El P. Bernardo es el último sobreviviente de esta estructura de la Diócesis de Veracruz desde su erección. Nos dice que al final había sólo cuatro canónigos y no tenía caso seguir así. Pero comentó que la idea no debió haber sido la supresión, sino haber nombrado nuevos miembros para completar el número y formar el Cabildo en pleno. Pero esto no era la idea reinante de las últimas décadas del siglo XX. Él fue siempre fiel a las asistencias mandadas. (Entrevistó Celestino Barradas)